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Diabetes tipo 1: Grandes avances, enormes esperanzas.

Diabetes tipo 1: Grandes avances, enormes esperanzas.

De 6 a 8 niños cada 100.000 habitantes desarrollan esta enfermedad cada año. El desafío es lograr tener buenos valores de glucemia para no enfermar en el futuro

La Diabetes Tipo 1 es una enfermedad que se caracteriza por la destrucción de las células beta productoras de insulina. Estas células se encuentran en un órgano llamado páncreas, órgano que está en el abdomen por detrás y debajo del estómago. Tiene múltiples funciones, la mayoría de ellas relacionadas con el proceso de digestión de alimentos. En la Diabetes Tipo 1 el sistema inmunológico que está encargado de defendernos de las enfermedades infecciosas, entre otras funciones, comienza a atacar y producir anticuerpos contra estas células productoras de insulina.

Este tipo de enfermedades se las conoce como autoinmunes. Debido a esto el cuerpo de las personas que sufren de esta enfermedad se quedan sin esta hormona tan importante. La hormona Insulina se produce en las células beta del páncreas y es fundamental para la normal utilización de la energía. Los humanos necesitamos energía para movernos, crecer, pensar y para todas las funciones fisiológicas que el cuerpo desarrolla, similar al combustible que utilizan los vehículos. Las personas obtenemos dicha energía de la glucosa. A su vez la glucosa que nos da su energía, es producida en el hígado, ingerida por el proceso de digestión cuando comemos los alimentos. Todos los alimentos tienen un macronutriente llamado hidratos de carbono que están conformados por la molécula de glucosa.

La insulina tiene como función poder distribuir y lograr que la glucosa que el hígado produce o que ingresa por el proceso digestivo, sea incorporada en todas las células del cuerpo se utilice como fuente de energía. Cuando la insulina ya no se produce en el cuerpo la glucosa comienza a acumularse en la sangre. Esto es medido por un análisis llamado glucemia. La glucemia normal es de entre 70 a 126 mg/dl. El cuerpo al encontrarse con glucosa en sangre muy elevada comienza a eliminarla por el riñón en un intento de logra disminuirla, debido a esto las personas comienzan a orinar mucho más de lo normal (Poliuria), aumentan el consumo de agua (Polidipsia), pierden mucha energía con lo cual aumentan el apetito de forma voraz (Polifagia) y como no disponen de energía utilizan fuentes de reserva que lleva a la pérdida de peso. Estos últimos son los síntomas cardinales o más frecuentes al diagnóstico de una Diabetes Tipo 1, y cuando hablamos con las familias suelen estar presentes desde hace semanas. Vinculado a esto uno de las situaciones bastantes frecuente en niños es la aparición de enuresis (hacerse pis en la cama a la noche).

Hablamos de niños y familia debido a que la Diabetes Tipo 1 es una enfermedad que suele aparecer en mayor frecuencia en niños y adolescentes, aunque se puede desarrollar durante toda la vida. Hoy sabemos que aproximadamente 6 a 8 niños cada 100.000 habitantes desarrollan Diabetes Tipo 1 cada año. Esto quiere decir que, en una ciudad de 1.500.000 de habitantes, entre 90 y 120 niños y adolescentes por año la desarrollarán.

¿Cómo tratarla?

Para el tratamiento de esta afección es necesario volver a suministrar la insulina que ya no se produce en el páncreas. La forma de suministrarla es a través de frecuentes aplicaciones diarias 4, 5 o más cada vez que la persona con diabetes come, o la mejor opción de tratamiento es la utilización de sistemas automáticos de administración de insulina, llamados Bomba o Microinfusores de insulina. Además, las personas con diabetes deben controlar frecuentemente sus niveles de azúcar (glucosa) en sangre con distintos dispositivos, por ejemplo, realizando pinchazos en los dedos antes de cada comida, a mejor aún con un sensor permanente que nos permite saber minuto a minuto que valor de azúcar en sangre tenemos.

Estos tratamientos y monitoreo de glucosa se deben hacer de por vida y se requiere de cierto aprendizaje y conocimiento para poder implementarlo. Muchas veces puede resultar pesado y agotador, pero con la correcta orientación y contención todos pueden lograr hacerlo. Y si se alcanzan los objetivos planteados en cuanto al tratamiento, se logra a su vez disminuir el riesgo de las complicaciones crónicas asociadas a un mal control de la Diabetes Tipo 1, los cuales suelen aparecer muchos años después de tener un mal control. Esto es un gran desafío ya que debemos lograr tener buenos valores de glucemia para no enfermar en el futuro.

Gracias a los tratamientos actuales, las personas con Diabetes Tipo 1 logran tener una vida normal y sin restricciones, con una nutrición saludable y equilibrada, pero sin eliminar absolutamente nada de la dieta. Para esto debemos trabajar con un equipo interdisciplinario integrado por Médico Diabetólogo, Educadores, Nutricionistas, Psicólogos y muchas veces las mismas personas con diabetes que se transforman en Pacientes Expertos y logran ayudar a otros pares. Con un equipo de salud capacitado y continente conseguimos que las familias, niños y adolescentes a los cuales les afecta esta enfermedad, no tengan ninguna limitación y puedan desarrollarse plenamente y explotar todo su potencial.

Con respecto al futuro, ciertamente es muy alentador, ya que hay muchas líneas de investigación que están profundizando el conocimiento para lograr una cura definitiva de la diabetes. Algunos ejemplos son el trasplante de páncreas o de islotes, los medicamentos inmunomoduladores, entre otros, aunque aún se aguardan los avances en las investigaciones.

*Miembro del Comité de Innovación de la Sociedad Argentina de Diabetes. Presidente de la Fundación Paul Langerhans


Dr Lucas Rista - Médico Clínico Experto en Diabetes. Magister en Diabetes. Miembro titular de la Sociedad Argentina de Diabetes.

Dra Lucia Tamagnone - Médica Pediatra. Especialista en Nutrición y Diabetes. Miembro adherente de la Sociedad Argentina de Diabetes. Sanatorio de Niños.